La "cosa" está cada vez más apretada en el mundo, y Panamá no escapa de ello. Ya decretaron toque de queda todos los días de 9:00 p.m. a 5:00 a.m. También suspendieron los vuelos (llegadas y salidas internacionales) en el Aeropuerto Internacional de Tocumen desde el próximo domingo.
Lee también: Príncipe de Alberto de Mónaco da positivo en coronavirus
Todos los negocios están parados, la gente se queja que no hay dinero y que muchos están viendo cómo se abastecen para sobrevivir. El chef David Grazier, conocido como "El bagroso", nos comentó que cerró su restaurante. "O sea, cómo pagar las cuentas si el público nuestro no sale de casa, no se puede atender en el restaurante, aunque hay locales irresponsables, pero para mí, primero es la salud que el dinero", explicó el exparticipante de Top Chef Panamá.
Mira también: Le dicen a Julia Honings que ella 'no era nadie' antes que BK
Según Grazier, el presidente de la República, Nito Cortizo, está esperando que esto acabe de un momento a otro, pero él lo ve difícil. "Él va a tener que mirar el espejo de otros países que están tomando decisiones por encima de las empresas", comentó.
Para él, Nito parece el presidente de las empresas, más no de Panamá. "Esa es mi impresión", dijo.
Espera que Nito Cortizo se ponga en cintura y congele los servicios básicos, tal cual lo han hecho los otros países. Además, que se congele el cobro de todos los bancos (hipotecas, cobros de préstamos, tarjetas y demás), pues considera que sin salud no hay personas y sin personas no hay un país.
"Yo opto por salud, es mi humilde opinión. Por allí estaba leyendo una que otra persona comentando que porqué no ahorran, que este es el mundo en el que funcionan los ahorros", explicó el chef. Para David, esta es la opinión de personas que no pagan ni seguro social, ni pagan al Municipio, ni alquiler de un local comercial, ni tampoco todo lo que conlleva ser un tipo de empresa como tal.
Y es que el empresario piensa que estas personas se escudan bajo el limbo legal del pago de todas las mencionadas obligaciones gracias a que nadie ha puesto en cintura a este tipo de trabajadores "clandestinos". "Estos son los que se jactan de tener ahorros, pero bueno, la vida es así. Dios le da boca al que no sabe hablar", condieró.